
"
The Adventures of Buttman", la película que revolucionó hace veinte años el cine
porno al inaugurar y popularizar un nuevo género, el
gonzo, es, curiosamente, un filme argumental. Y es que
la carencia de argumento no es el sello definitorio del gonzo, sino la inclusión de la cámara y el cámara en el espacio diegético, en la ficción, y la interacción de estos elementos con el resto de personajes. Y eso es lo que hace
Stagliano en este filme con la historia de un chico,
John, aficionado a grabar con su cámara todo lo que hace y le sucede, y las aventuras y desventuras que le acontecen por ello. Así,
todo lo que vemos en la película es lo que registra la cámara de John, la mayor parte del tiempo en sus manos, otras veces inmóvil en una mesa,
algo que no debe confundirse con el punto de vista subjetivo del protagonista, ya que la cámara, como máquina, está presente para el resto de los personajes.
+(00-54-01.007).jpg)
Pese a que al principio cuesta ver cualquier parecido entre esta película y un
gonzo actual,
el filme contiene algunas escenas que inspiraron claramente a la avalancha de realizadores gonceros que llegó más tarde.
John y su amigo se van a la playa y hablan con una chica, y le dicen que son de
MTV y que si quiere protagonizar un
vídeo, para después llevársela a casa y
John gravar como se lo monta con su amigo.
Al más puro estilo Bangbus (o, para los recién llegados, a lo Callejeros),
Stagliano transforma la dimensión en la que hasta entonces se habían visto las escenas sexuales en el cine y hace que los participantes interactúen con la cámara durante el sexo, dejando y alentando que las chicas miren a la cámara, por ejemplo, durante la
felación, un clásico del
porno actual.
+(00-46-24.050).jpg)
Sin duda,
no creo que Stagliano intentara cambiar los parámetros y eliminar el relato de ficción en el porno, sino incluir un nuevo recurso que hiciera sus películas más novedosas y diferentes, y que disimulara, por otra parte, su mala mano como
camarógrafo. Y es que
Stagliano deja mucho que desear como cámara en esta película, con la gran mayoría de los planos
desenfocados y no siempre acertados (aún aceptando que su principal interés sea el culo de las chicas). Además, la parte argumental (que cuenta con un veterano Jaime
Gillis y con un joven
Randy Spears) desaprovecha sus
posibilidades, ya que cuando parece que puede ponerse interesante al ver
John algo extraño en sus grabaciones, el tema se resuelve en nada y termina siendo nada más que una anécdota.
+(01-18-04.951).jpg)
Dejando a parte el tema argumental y la importancia de la película en la historia del
porno, el filme cuenta con cinco escenas sexuales.
Jamie Gillis y Tianna conforman la primera pareja de la película, primero con un breve encuentro en exteriores y justo después con una escena completa en un cuarto. Esta es la única escena que parece estar rodada al estilo cinematográfico y no es hasta el final que nos damos cuenta que todo está siendo grabado por otro personaje.
Marc de Bruin y Tonya deVries protagonizan la segunda escena, más
goncera, al lado de la piscina. Un
jovencísimo Tom Byron se lo monta con
Heather Torrance, una impresionante rubia que conocen en la playa.
Champagne, Rick Daniels y Randy Spears participan en la escena más cañera de la película tras "secuestrar" a
John para que lo grabe.
Bionca y Sasha Strange protagonizan el único
lésbico de la película, que termina bruscamente ya que
John intenta tocar a las chicas. Y, finalmente, el propio
John Stagliano deja la cámara grabando para beneficiarse a la tremenda
Tracey Adams, en una buena escena que resulta ser la mejor rodada de la película (¿será porque él no llevaba la cámara?)
+(02-16-16.009).jpg)
Así, tenemos
una película que está bastante bien sexualmente y que, aunque desaprovecha la parte argumental, que la tiene,
introduce un nuevo elemento que da mucho juego en el porno y que supuso una auténtica revolución. Muchos dicen que el
gonzo fue una de las causas del declive del
porno argumental. Pero, de hecho,
el gonzo hizo que una gran parte de realizadores que, favorecidos por la entrada del
video,
se dedicaban a realizar features de mala calidad se pasaran a rodar videos de sólo sexo. Por ello, aunque
disminuyeron los filmes argumentales, la calidad de los mismos dejó de mermar,
haciendo que aún, hoy en día, podamos hablar de porno argumental. Larga vida al
gonzo.
Lo mejor: su importancia como documento histórico y el reparto femenino
Lo peor: la pobre calidad cinematográfica y el desaprovechamiento de la parte argumental